Hablé sobre el lenguaje no hace mucho. Sin embargo, cuando se trata de la práctica de la brujería, no sólo importa el idioma. Son las técnicas que utilizas, las herramientas que obtienes, los puntos de vista con los que trabajas, incluso las personas que conoces y de las que aprendes. Estar en Venezuela me obligó a trabajar con recursos limitados, a veces incluso información, pero desde que llegué aquí se abrió una puerta para más de todo esto.
¿Una práctica limitada?
Aunque mis recursos eran limitados, no creo que mi práctica lo fuera, y no quiero decir que la práctica de nadie lo sea de ninguna manera (a menos que decidan describirla como tal). Siempre trato de recordar que los brujos de otros tiempos no tenían herramientas sofisticadas ni materiales exóticos con los que trabajar, no había fórmulas antiguas ni grandes descubrimientos. Trabajaban con lo que tenían.
The Wheel of Fortune and several other Rider-Waite-Colman Smith tarot cards near a candle [subarasikiai, Pixabay]
Mientras estaba en Venezuela, comencé a desarrollar una práctica que se basaba mucho en las cartas del tarot, los sigilos y usé papel más que que cualquier otra cosa. Eso era lo que tenía a mano y lo hice funcionar lo mejor que pude para lo que fuera que necesitaba. También me volví muy bueno en visualización, meditación, brujería musical y confiar en mi intuición.
La práctica hace la perfección y me volví bueno en esas ramas. No practiqué con piedras o hierbas porque no las encontraba o eran caras, y tampoco usé muchas herramientas porque también eran caras (y no me gustaban las que encontraba). Y nunca sentí que me estaba limitado, sino que estaba siendo puesto a prueba para ver cuán creativo podía ser, cuán flexible podía ser mi práctica.
Sin embargo, estar aquí significa que puedo probar cosas nuevas. Y eso es lo que comencé a hacer cuando tuve la oportunidad.
Probando, explorando, y aprendiendo
Comencé con las cosas que conocía pero que todavía me causaban curiosidad: las piedras. Tengo la suerte de tener varias tiendas metafísicas cerca y comencé a conseguir diferentes piedras cada vez que podía para intentar trabajar con ellas, familiarizarme con ellas, probar nuevas combinaciones, etc. Hice esto hasta que estuve satisfecho con lo que tenía para poder concentrarme en lo siguiente: muñecos hudú.
A crystal [ha11ok, Pixabay]
A medida que crecí, siempre me dijeron que los muñecos vudú se usaban para malas intenciones, maleficios, magia negra, maldiciones y cosas así, pero no estaba seguro de ello. Empecé a pensar que tal vez había casos en los que podrían usarse para el bien, así que cuando vi una clase sobre muñecos hudú cerca de donde estoy, me inscribí de inmediato. Para quienes no están familiarizados con el tema, el hudú parece ser una práctica muy similar al vudú, pero sin el componente religioso. También lo probé, esta vez con una bolsita gris-gris incluyendo mi cultura siria también, y hasta ahora me ha dado muy buenos resultados.
El siguiente fue la (quizás infame) tabla Ouija. Después de una mala experiencia cuando tenía entre 15 y 16 años, decidí no volver a intentarlo y, a medida que crecí y aprendí más sobre brujería, descubrí que las tablas espirituales no son peligrosas si los usas correctamente. Asistí a otra clase y perdí el miedo que me quedaba.
¿Que significa todo esto? Que con más herramientas pude probar diferentes cosas que incluían mi origen, mi ascendencia y mi presente.
Combinar, pero sin apropiar
He hecho esto con mucha precaución para no apropiarme de una cultura. Después de aprender más sobre el smudging y el palo santo (recomiendo especialmente el último apartado: ¿Usar palo santo es apropiación cultural?), decidí dejar esos dos fuera de mi práctica. De todos modos, había varias otras opciones para la limpieza, entonces, ¿qué importa tener dos fuera de la ecuación? Sin embargo, prácticas como conservar un billete de dos dólares, que son populares aquí en Estados Unidos, parecían más correctas en este sentido.
También comencé a apoyar a más artistas independientes y locales para contribuir a la comunidad en la que vivo, y reconozco a Salt Lake como la tierra traditional de varias naciones nativas americanas, incluidas las naciones Ute, Paiute, Goshute, Shoshone, entre otras.
A medida que construyo mi identidad como brujo inmigrante multicultural, trato de ser respetuoso conmigo mismo pero también con lo que me rodea. Vivir aquí me ha ayudado a trabajar más a menudo con una energía divina sin género, algo que comencé en Venezuela, y a comprenderle mejor, explorar nuevas ideas para conjuros, visualizaciones, y mantener la curiosidad.
Hay algunas ideas sobre las que he estado reflexionando y que sólo seré capaz de poner a prueba ahora que encontré cierta estabilidad, tanto económica como mental. ¡Estoy igualmente nervioso y emocionado por eso!
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