Tuve una relación agridulce con Julio por mucho tiempo. Es el mes más caluroso del año y siempre he preferido el frío, es la temporada de vacaciones así que nunca tuve una celebración en el salón de clases, varios de mis amigos estaban de viaje, y cuando mi familia lo hacía era solo a la playa. Terminaba quemado por el sol, adolorido, y muchas veces tuve que aguantar las burlas de mis compañeros cuando volvía a clases por parecer un tomate despellejado. Sin embargo, desde hace algunos años decidí mejorar mi relación con este mes.
Creo que será suficiente honestidad si digo que no tengo muchos recuerdos de mis cumpleaños porque no siempre eran memorables, al menos no para mí. Sí tuve siempre el cariño de mi familia, hubo varios amigos en más de uno, y el último en que tuve a mi padre conmigo fue especial en muchos sentidos. Sin embargo, los recuerdos puntuales son pocos. De cuando cumplí 25 en 2020 en medio de la pandemia no recuerdo nada en este momento.
Birthday candles lit on cupcakes [Pixabay]
No obstante, desde que vi “Cita con un fantasma”, el cuarto episodio de la primera temporada de Charmed, siempre me aseguro de celebrar de alguna manera mi cumpleaños. La historia de ese hombre joven que no lo hacía me hizo ver las cosas desde otro punto de vista.
Cuando empecé mi formación como maestro reiki, nuestra maestra nos recordó en todo momento que los pensamientos son la forma más básica de trabajo energético y que estos envían señales al universo. Esto y la moraleja de las tres hermanas brujas hicieron eco en mi mente por mucho tiempo.
Cada vez que llega el 19 de julio, me tomo unos minutos para mí mismo, para meditar sobre lo que he aprendido ese año en particular, lo que me queda por hacer, las metas que he alcanzado y aquellas por las que sigo trabajando. Desde que empezó la era del Covid-19, y que afortunadamente ya está terminando, he tenido que reprogramar muchas de las cosas que quería hacer, replantearme otras, hasta que finalmente terminé con planes que jamás me había imaginado. Han sido cambios vertiginosos, uno tras otro, con poco tiempo para procesar cada uno, pero todos han sido para bien.
A birthday present sitting on a wooden table [Pixabay]
Este va a ser un cumpleaños lleno de muchas primeras veces, más de las que prefiero contar, pero así como yo, estoy seguro de que habrá muchos más preguntándose cómo sentirse vivos en medio de tantos cambios, buenos y malos, y rodeados de malas noticias. Mi práctica siempre ha sido intuitiva, pero hay algunas cosas que he aprendido con el tiempo y que uso cada vez que necesito recuperar mi energía y que planeo hacer este 19 de julio.
- Quemar incienso de sándalo: Cada vez que hago terapias, hechizos, rituales, o simplemente medito, me aseguro de tener sándalo cerca para desconectarme del mundo físico y recuperar los pedazos que haya perdido de mí mismo en el camino. Con solo cerrar los ojos y dejarme embriagar por el aroma, siento que me despego y que entro en otro mundo. Ni hablar de cuando uso el tarot o cualquier otro método adivinatorio mientras tanto. Las lecturas son mucho más sencillas, rápidas, las entiendo en el acto, y a veces recibo mensajes que nada tienen que ver con la lectura. Se me activa el WiFi, como digo yo.
- Escuchar música de hace diez mil años: Escribí una columna entera sobre el poder sanador de la música en mi vida, pero literalmente mi práctica se basa en la música. Cada trabajo energético que hago tiene algo sonando en el fondo para mantenerme en el estado que necesito. Muchas veces me voy a canciones que escuchaba hace mucho tiempo, como ahora, que tengo canciones de High School Musical, Lady Gaga, incluso Usher, porque están cargadas de recuerdos. Soy el peor bailando, pero la sobrecarga que siento con algunas canciones la dirijo a tantas visualizaciones como sea posible, y a veces solo la disfruto si no hay nadie cerca.
- Hacerme un autorregalo: Otra de las razones por las que no solía disfrutar de mi cumpleaños es que no me gustaban muchos de los regalos que recibía. Soy una persona demasiado detallista y de gustos muy específicos, así que me dieran ropa de colores que jamás uso era una pesadilla. Desde hace tiempo todos se dieron cuenta de que lo mejor era o darme cantidades industriales de chocolate o darme dinero directamente. La primera vez que todos en mi familia lo hicieron, fui corriendo a la librería y me gasté todo en novelas de vampiros. Creo que mis padres nunca antes me vieron con una sonrisa más grande. Ahora lo hago por cuenta propia. Tomo gran parte de mis ahorros, a veces todos, y me doy el lujo de cumplir cualquier capricho que me negaría durante cualquier otro día del año.
- Perderme en las calles: Soy una persona introvertida, tímida, y prefiero mil veces quedarme en casa a salir de paseo a hacer quién sabe qué, pero sí necesito salir de vez en cuando. Me encanta ir a lugares nuevos, hacer algo diferente, dejar de lado la rutina, y más aún cuando es mi cumpleaños. Si tengo una idea, simplemente sigo el impulso y disfruto del camino. Puede ser un paseo largo o corto, sencillo o intenso, siempre y cuando sea algo que sé que voy a disfrutar.
- Colocarme un tratamiento con piedras: Pasé las últimas dos semanas con una infección de garganta que me dejó casi sin voz por tres días y con ataques de tos los días siguientes. He tomado jarabe, pastillas, tés herbales, y más de mi peso en agua para mantener la garganta tan relajada como sea posible, pero mis piedras nunca faltan. Sigo aprendiendo sobre sus propiedades, usos, combinaciones, incluso el lugar en donde las coloco.
- Lecturas de una carta: Bien sea tarot, cartas oraculares, de póker, o incluso la baraja española cuando la tuve por un tiempo, me gusta sacar una o dos cartas para obtener respuestas rápidas, sencillas, y directas en momento de crisis. Suelo meditar por un momento con esa lectura, perderme en la imagen, sentir que estoy adentro, y conectarme con mis guías cuando hace falta más información.
Puede que haga todo esto el lunes, puede que solo algunas, pero sí sé que haré que sea un día importante para mí, y espero haber ayudado para que tú que estás leyendo esto tengas más ideas para hacer lo mismo cuando llegue esa fecha tan especial. La mía no lo fue por mucho tiempo, y es algo complicado hacerlo durante tiempos de pandemia, pero todavía se pueden celebrar los cumpleaños paganos.
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