Desde hace días estaba pensando en cómo ha cambiado mi vida, las vueltas que ha dado, y en que casi siempre ha sido por algún tema de salud mental. Este jueves estaba pensando en qué escribir, y durante la noche, luego de reflexionar mucho, me he dado cuenta de que mayo es un mes importante en este aspecto para mí. Es parte de mi Rueda del Año Personal.
Siempre que leemos sobre las fechas sagradas para los paganos y los brujos, nos hablan de los Sabbats y los Esbats, de las Estaciones, los nacimientos y muertes de figuras resaltantes. Aunque son días que hay que recordar porque marcan una diferencia y forman parte de nuestra historia, hay días propios que también hay que honrar. Días propios que nadie más tiene.
Many candles in a darkened space [Pixabay]
El cumpleaños podría ser el ejemplo más perfecto, pero una Rueda del Año Personal va más allá de eso. Para mí, celebrar mi nacimiento es importante, pero hay más días en mi historia que merecen igual atención, y no estoy hablando de mi graduación del bachillerato, o mi primer día de universidad, o algo similar.
Estuve pensando por un tiempo, y hay varias fechas que quiero recordar por motivos personales. Hay recuerdos hermosos, días que me traen una sonrisa a la cara, pero otros que son tan agrios que me ponen la piel de gallina.
- El 25 de marzo de 2009 abrí un blog que se volvería mi hogar virtual. Han sido 13 años escribiendo en frente de una computadora sobre mí, mi trabajo, el de los demás, desahogándome, viendo gente ir y venir. Esta sería mi fecha de inicios, de ilusión, sueños, y de dulce ignorancia, para celebrar al niño que decidió preguntar “¿y qué tal si hago esto?”
- También está el 3 de agosto de ese año, cuando empecé mi primer libro, que sigue sin ver la luz hasta hoy. Con 14 años, empecé a escribir una novela en clave que hablaba de muchas cosas que sentía y me pasaban en ese momento, pero tan desastrosa que nadie la publicaría. Por más que la envié e hice interminables listas de editoriales para enviarla, solo recibía rechazos, pero seguía insistiendo. Es el día de los sueños, de la tenacidad, el nacimiento del creador que soy hoy.
- El 24 de mayo de 2011 es el día en que subí una foto de perfíl a Facebook en donde se me ven algunos cortes en las manos. Tenía 15 años, y ya había empezado la que sería mi debacle, mi penúltimo año de bachillerato. Para mí, es un día para recordar cómo empezó todo, los miedos, las inseguridades, recordar mi vulnerabilidad, y trabajar en mi autosanación. Es un día para curarme las heridas que puedan estar abiertas.
Photo by Debby Hudson on Unsplash
- Está también el 2 de septiembre de 2014, cuando autopubliqué mi primer libro en Amazon. Ya había escrito varias cosas, varios cuentos y relatos, pero decidí dar el paso con una novela romántica que, por más imperfecta que fuese, era lo mejor que había hecho hasta el momento. Se trata de mi día para atreverme a lo imposible, a buscar lo que siempre he querido, subir de nivel y ser mejor.
- Sigue el 21 de mayo de 2017, cuando tomé esa foto de la que hablé hace casi un año. Luego de meses cortándome casi todas las semanas, decidí que sería la última vez en que perdería la batalla, tomé una foto que sirviera como terapia de choque, y me juré que sería más fuerte desde entonces. He tenido recaídas, he tenido mis crisis, pero recuerdo siempre que si pude ser fuerte entonces, puedo ser fuerte ahora. Es una fecha para recordar mi fortaleza, mi voluntad, y mi rebeldía ante una enfermedad que me estaba destrozando.
- El 2 de julio de 2020, una de mis novelas fue seleccionada en Wattpad como una de las más destacadas de fantasía en Español. Fue un día en que finalmente sentí que estaba logrando algo, a pesar de que había escrito esa historia años atrás. Es mi celebración a los logros, recordar lo que he conseguido en el camino, las metas cumplidas, y mis éxitos.
- El 16 de febrero de 2021 es hasta la fecha el más especial, pronto a ser eclipsado. Fue cuando al fin recibí una propuesta de publicación a la que pude decir que sí. Esa misma novela de Wattpad finalmente podría salir en papel. Mientras que escribo esto, solo puedo seguir esperando a que el sueño se vuelva realidad, tomar fuerzas, celebrar una vez más, y esperar lo mejor sin olvidar que aún queda trabajo por hacer.
Hay muchos días más, estoy seguro de que algunos aún ni siquiera los tengo en cuenta, y la lista seguirá creciendo. He sacado más de 20 libros hasta ahora, y puedo conmemorar la publicación de cada uno, año tras año, por dar un ejemplo, y puede que lo empiece a hacer. El cambio de las estaciones es esencial para el mundo exterior, pero mis propios cambios son sagrados para mí porque marcan mi historia.
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