Soy una persona que cree muchísimo en el equilibrio y en la igualdad sin importar nada más, pero durante este mes se ha hablado muchísimo de la madre, la madrastra, la hermana, la hija, la abuela, y la mujer en general. Hay una leyenda venezolana que habla muy, muy bien sobre la imagen que tiene la figura materna en Venezuela y que me recuerda la magia única que habita en las mujeres de mi familia.
La leyenda cuenta la historia de una mujer joven que trabajaba en un restaurante de Caracas, la capital de Venezuela, quien una vez le negó un plato de comida a su madre anciana y luego la expulsó del lugar.
Una mujer sentada a la sombra de una calle adoquinada [Pixabay]
La madre dolida se encontró con un hombre que le dio una moneda con la cruz de San Andrés y le dijo que volviera donde su hija, pagara el plato de comida, pero que no aceptara el cambio sino que se lo dejara para comprar malojo. Cuando hubo hecho lo que le había dicho, la hija se convirtió en una criatura mitad mujer mitad mula, por lo que huyó del lugar. La leyenda finaliza diciendo que desde entonces la mujer mula se aparece en iglesias rezando con un manto blanco cubriéndose la cara.
Hay muchos elementos interesantes en esta historia. Es curioso que la madre no parece estar casada porque nunca nos se menciona a su esposo, el padre de la muchacha, o bien podría haber enviudado. En cualquier caso, se trata de una mujer anciana con pocos recursos que no puede pagar un plato de comida.
St. Andrew por Artus Wolffort, principios del siglo XVII [public domain]
Luego aparece el hombre misterioso que le da la moneda, y no cualquier otra, sino una con la cruz de San Andrés, que está fuertemente relacionado con la mujeres según su perfil en CatholicSaints.Info: es el patrón de las solteronas, mujeres embarazadas, laicas solteras, solteronas, mujeres solteras, mujeres que desean ser madres, entre otros grupos de personas.
Finalmente, está el malojo. Este es un vocablo usado únicamente en Venezuela, y se refiere “a una variedad del maíz o el conjunto de estas plantas gramíneas o los cereales que solo se emplea como forraje o pasto para las caballerías o del mismo caballo y la que no llega a una sazón.” (Significado y definición de malojo, etimología de malojo, sin fecha, consultado el 13 de marzo de 2021). Esto puede hacer pensar que el hombre, sea quien sea, sabía lo que pasaría con la hija luego de que la madre siguiera sus instrucciones.
Evidentemente es una leyenda que habla sobre la ingratitud, el respeto a los mayores, y más aún a la propia madre. En la sociedad venezolana, es común que sea la madre la que se queda en casa con los hijos mientras que el padre sale a trabajar, y son muchas las canciones tradicionales y regionales por todo el país que hablan sobre la la madre, a veces calificándola de “santa”. Evidentemente, el que un hijo no atienda a su padre es chocante, pero que no atienda a su madre es inadmisible para cualquier venezolano.
Sin embargo, esto no es exclusivo de Venezuela. Esta estructura de madre hogareña y padre trabajador se repitió en mi familia árabe hasta cierto punto. En el lado materno, mi abuela, tías, mi madre, y varias de mis primas fueron capaces de atender el hogar y aún así trabajar sin importar lo que dijera la comunidad árabe, siempre apoyadas por mi abuelo, quien decía que ante cualquier cosa una mujer debe poder valerse por sí misma.
No tengo muchos recuerdos de mi abuelo, solo las historias que he escuchado con el tiempo, pero sí muchas de mi abuela y de lo que ha hecho. La matriarca siempre ha estado allí para quienes la hemos necesitado, siempre ha sido una palabra de aliento, un consejo basado en experiencia, y una religiosa humilde pero altamente respetada en la comunidad árabe.
Mi madre va por el mismo camino. Aunque ella está lejos de usar el velo árabe, ha seguido los pasos de mi abuela a su manera, y no pasa un día en que no hable con ella, le pida su bendición y su opinión sobre cualquier aspecto importante, al igual que mis tres tías. Como es de esperarse, son personas distintas, pero hay algo que las cinco tienen en común: su palabra se cumple.
La mayor y mi madre son sanadoras infalibles, la hermana que sigue tiene una energía imparable, y la menor de las cuatro ve a los difuntos, pero un decreto hecho por cualquiera de ellas se vuelve realidad. Siempre. Son dones que vienen de la linea materna de mi abuela, cuyas bendiciones no conocen límites.
Una estatua de tres mujeres sosteniendo un niño. [Pixabay]
Durante un viaje a Siria, en plena guerra, mi abuela quiso visitar a un hermano al que no veía desde hace mucho tiempo. Sin decir nada, tomó una maleta, pidió un taxi, y fue directo a su casa. Cuando llegó, su hermano la recibió preocupado, preguntándole cómo es que había entrado y estaba libre de todo daño. Todos los accesos a la ciudad estaban cerrados y había terroristas y policías a los alrededores, pero ella no vio nada ni a nadie. Solo pidió “en nombre de Dios” llegar con bien. Lo mismo pasó cuando volvió a su casa luego de unos días sin un rasguño.
Sin embargo, pobre de quien les falte el respeto, más aún si difaman a la matriarca. Mi abuela dista mucho de querer hacerle daño a nadie, pero con solo ver a alguien se da cuenta del tipo de persona que es, don que también le heredó a mi madre.
Calma los dolores con solo tocar, sus bendiciones protegen al que sea, siempre prende una vela en ocasiones especiales, para ¿protegerse y a los demás de cualquier peligro, pero aquellos a quienes les da la espalda encuentran piedras en el camino. A todos los nietos nos han inculcado el amor y el respeto a nuestra abuela, algunos somos más apegados a ella que otros, pero todos hacemos lo que haga falta cuando ella necesita cualquier cosa.
Lejos de tenerles miedo o cuidarme de perder su favor, mi abuela y mi madre me han enseñado que la palabra es la herramienta más poderosa que una persona puede usar. Desde hace tiempo empecé a honrrar esa lección más que antes y les agradezco todo lo que me han inculcado. Admiro a los hombres en mi familia, a mi abuelo materno que nos cuida aún luego de fallecer, pero las mujeres son imparables.
The Wild Hunt always welcomes guest submissions. Please send pitches to eric@wildhunt.org.
The views and opinions expressed by our diverse panel of columnists and guest writers represent the many diverging perspectives held within the global Pagan, Heathen and polytheist communities, but do not necessarily reflect the views of The Wild Hunt Inc. or its management.
The Wild Hunt is not responsible for links to external content.
To join a conversation on this post:
Visit our The Wild Hunt subreddit! Point your favorite browser to https://www.reddit.com/r/The_Wild_Hunt_News/, then click “JOIN”. Make sure to click the bell, too, to be notified of new articles posted to our subreddit.